El ZODIACO DE LAS FLORES Y LOS PERFUMES
Cada signo del zodíaco tiene sus flores. Cada flor tiene su perfume, sus virtudes y sus propiedades medicinales. ¡Entra en el jardín del zodíaco!
Así como los 12 signos astrológicos se distribuyen en relación a las estaciones, también existen numerosas analogías entre cada uno de éstos y los elementos de la naturaleza. Veamos la correspondencia signos-plantas:
Aries:
Se relaciona con este signo por su aspecto de matorral, muy decorativo. Sus propiedades medicinales diuréticas son un antiséptico para las vías urinarias, le confieren una correspondencia con el signo Escorpio cuyo regente Marte, lo es también de Aries.
Se le conoce porque calma las migrañas nerviosas que sufren a menudo los nativos de este signo.
Su nombre de origen oriental, significa “perla rara”. Es un símbolo del amor que a menudo hace sufrir, impacienta … , amor exclusivo del nativo Aries. Su oráculo, que consiste en deshojarla, resulta tranquilizador unas veces sí… y otras no.
Tauro:
Se le asocia a este signo por la lentitud en florecer y su longevidad. En efecto, la genciana amarilla puede vivir hasta cincuenta años. Además, su raíz se empleaba en los rituales de amor para favorecer el retorno del cariño y estimular la sensualidad.
De origen persa, es la flor del amor por excelencia. Así como la golondrina anuncia la primavera, la floración de las lilas anuncia la estación de los amores consagrados a Venus, el regente de este signo.
También se le conoce como lirio de los valles. Se suponía que producía un hechizo de amor. Posee también un poder estimulante de las facultades intelectuales y de la curiosidad de los nativos de este signo, que tienen a menudo una mente lenta y conservadora.
Géminis:
Favorece el cumplimiento de los deseos y sueños amorosos. Su perfume apacigua la agitación mental propia de los nativos de este signo.
Su perfume embriagador adormece a aquélla o aquél que lo huela. Le induce a soñar su vida más que a vivirla, a ser más bien espectador que actor, posee propiedades frecuentes en los nativos de este signo.
Está relacionada con este signo por su bello color rojo y por sus propiedades calmantes, contra las enfermedades nerviosas de estos nativos.
Cáncer:
Igual que los nativos de este signo, no puede abrirse sino es en un lugar propicio, benéfico, tranquilo. Sus virtudes estimulan la confianza en sí mismos de los seres nostálgicos con tendencia a refugiarse en sus sueños o en su pasado.
Es la flor de la inmortalidad. Muy apreciada por los nativos de este signo, que aspiran a menudo a que el tiempo se detenga. Sus propiedades estimulan y favorecen la inspiración y la imaginación creativas.
Se le llama también la hierba de las hadas. Protege contra los demonios de la angustia, la melancolía y las ilusiones perniciosas de las cuales pueden ser víctimas los nativos de Cáncer. Apacigua el alma y fortalece el espíritu.
Leo:
Es la flor de los dioses y de los reyes, de la fuerza divina y del poder temporal. Es también la flor del amor y de la belleza de la piel, una flor sagrada digna de los nativos de este signo.
Por la exuberancia y abundancia de sus semillas, simboliza la riqueza y la prosperidad, el amor absoluto, la felicidad perfecta. Sus virtudes atenúan los arrebatos de orgullo y favorecen la expresión serena de la identidad.
Como su nombre indica, gira en busca del sol. Su forma y aspecto recuerdan inevitablemente a astro regente de este signo.
Virgo:
También llamada ranúnculo, posee propiedades conocidas para reforzar el yo y la identidad de quienes como los nativos Virgo, tienen tendencia a dudar y a subestimarse.
Ahuyenta los estados depresivos de los cuales son a menudo víctimas los nativos de este signo. Además, estimula sus funciones digestivas.
También se le ha llamado “el dedo de la Virgen” ya que, según la leyenda, María la utilizó para curarse una herida en su dedo pulgar. Posee virtudes conocidas para proteger el bienestar la salud por la que los nativos de este signo.
Libra:
Se la relaciona con el signo Libra, siempre tan preocupado por la apariencia, las formas y las normas, por su aspecto ornamental y armonioso y por su sutil perfume.
Es la reina de las flores. Con ese perfume tan profundo y penetrante, simboliza el amor perfecto, eterno, más fuerte que la muerte. Cuando se descubrió la tumba de Tankhamón, en 1922, se encontraron varios ramos de rosas intactos, que la reina Ankhasenamón, su esposa, había colocado sobre el sarcófago hacía más de 3.200 años. La rosa es bella, frágil, delicada, preciosa, refinada…, calificativos que sientan bien al signo de Libra.
Es una de las flores que crecía entre rosas y jacintos en el jardín donde Hades-Plutón secuestró a Perséfone.
Se utilizaba para elaborar brebajes de amor. Se relaciona con la dulzura, el encanto exquisito, la necesidad de armonía y la delicadeza de los nativos de este signo.
Es literalmente la “flor de oro”, símbolo de plenitud, perfección e inmortalidad, cuya floración se produce en el periodo que corresponde al signo Escorpio. En algunos lugares, también se le conoce como la Flor de todos los Santos. Es el emblema de la vida eterna.
Relacionada con el signo Escorpio, la orquídea está considerada la flor de la pasión amorosa y sensual. Etimológicamente significa “testículos” y se corresponde con los órganos reproductores. En la Edad Media, las decocciones con el tubérculo de esta flor se utilizaban como afrodisiaco.
Posee virtudes narcóticas y alucinógenas, pero estos efectos pueden actuar como un veneno mortal. Se le relaciona con el sueño, el olvido, la muerte y la resurrección, atributos de los nativos del signo Escorpio.
Sagitario:
Es la flor de ángel o, con más exactitud, del arcángel San Rafael, el que sana. Su leyenda cuenta que reveló las virtudes de esta flor, concretamente, para vencer la peste. Se le considera el agente de la unión y la armonía entre la vida material y la vida espiritual, ambas necesarias para la total realización de los nativos de este signo.
Simboliza la felicidad y la prosperidad. Sus propiedades medicinales favorecen el espíritu.
Su nombre en latín remite a calenda y a calendarium. También llamada maravilla, es la flor de la felicidad y la providencia. De ella se saca la tintura de caléndula, que desinfecta, cicatriza y cura las heridas. Nos hace sociables, comunicativos, comprensivos, tolerantes y condescendientes, tal como son o aspiran a ser los nativos de este signo.
Capricornio:
Llamada así por su aspecto en forma de capucha, que recuerda a la del hábito de los monjes franciscanos, es conocida por sus virtudes tonificadoras y estimulantes de las energías vitales. Favorece la flexibilidad y la apertura de espíritu, cosa que les falta, a veces, a los nativos de este signo. Combate también la senilidad, de la que pueden sufrir prematuramente, ya que los Capricornio tienden a una madurez precoz.
Esta planta conserva su color verde durante el invierno. Simboliza el renacimiento del día y de la luz que se produce en el solsticio de invierno, cuando el Sol entra en el signo Capricornio. Es señal de felicidad, larga vida y riquezas adquiridas gracias a sus esfuerzos.
Es una flor rosa veteada de violeta. Según Plinio el Viejo, escritor y naturalista latino del siglo I d. C. “quien beba, cada día, una media copa de jugo de malva se libra de todas las enfermedades”. Se le aprecia por ahuyentar el fatalismo o las ideas siniestras de los nativos de Capricornio.
Acuario:
En Grecia se le dedicaba a Apolo, que lo masticaba para realizar los oráculos, y también al dios del vino, Dionisio. En Roma se le consagraba a Júpiter y simbolizaba los honores. Es un árbol presente en todo el Mediterráneo. En los antiguos Juegos Florales de Tolosa y Barcelona, se coronaban a los poetas con hojas de esta planta.
Es la primera planta en flor de la estación del año que le da nombre. Sin embargo, se la relaciona con el segundo signo del invierno porque simboliza la esperanza, la renovación, las aspiraciones y los proyectos, aunque al mismo tiempo también está vinculada con el libertinaje.
Significa literalmente “hierba de las insolaciones” ya que refleja la luz solar y, al frotarse el cuerpo con un ungüento a base de verbena, los antiguos roanos se protegían con ella de los efectos de los rayos ultravioleta. Calma la agitación nerviosa de los nativos de este signo, modera su entusiasmo, alivia el dolor de los calambres y fatiga a los que son tan propensos los Acuario.
Piscis:
Es una bella flor roja de la familia de las adormideras. Desde los tiempos de la Antigüedad, es conocido por calmar los trastornos emocionales y el sueño de los cuales son a menudo víctimas los nativos de Piscis. Además, ayuda a una mejor adaptación a la vida cotidiana. Su nombre procede de la voz mozárabe “habapáura”. Es sudorífica y algo calmante.
Llamada también raspilla, se la relaciona con la memoria y la vivacidad de espíritu, que estimula, pero también con la fidelidad y la constancia. No en vano, sus flores son conocidas con el nombre de “nomeolvides”. Aleja los estados de angustia irracional e ideas negras que tan a menudo tienen los nativos de este signo.
Es la planta que “salva” y cura todos los males. “¿Cómo puede morir aquel que tenga salvia en su jardín?”, se dice en algunas partes. Los médicos de la Antigüedad y los fisioterapeutas modernos coinciden en que posee virtudes universales. Estas nociones de universalismo y milagro se relacionan con las aspiraciones de los nativos Piscis, signo considerado por la astrología tradicional como el salvador del mundo.